Este domingo 30 de octubre se celebró más de cuatro y medio siglos de demarcado el hato fundacional de la ciudad avileña

Al fundarse la villa de Sancti Spíritus en 1514, casi la totalidad de las tierras ubicadas al este, entre ellas las ocupadas por el Cacicazgo de Ornofay, hacia el centro sur de la actual provincia avileña, pasaron a formar parte de su jurisdicción, limitando en lugar no preciso con las posesiones pertenecientes a la villa de Santa María del Puerto del Príncipe.

Así, el cabildo del Yayabo ejecutó un amplio proceso de mercedación de dominios entre 1558 y 1563 y, de tal reparto, aparecieron hatos, corrales y realengos que, con sus caprichosas figuras geométricas, dominaron el espacio, entregados en pertenencia a los hombres que colonizan y pueblan.

Y fue el 30 de octubre de 1577 que nació delimitado oficialmente en sus fronteras el hato del Ciego de Ávila, topónimo que honra y enaltece a los habitantes de estas tierras de llanuras y riquezas donde vivieron felices Ornofay y su gente, hasta el encontronazo con el yelmo y la cruz portados por hombres blancos llegados de confines desconocidos por ellos.

Se abría un largo camino forjado durante 445 años por los hacedores de la Historia, proceso lento y traumático que hizo emerger con autenticidad la historia y la cultura avileña. Desde entonces, el territorio comenzó a formar parte de la villa espirituana hasta que, al concluir la Guerra de los Diez Años, pasó a la jurisdicción de Puerto Príncipe, que aún no se llamaba Camagüey.

Un momento de gran trascendencia que abrió el camino hacia el futuro para la hoy Ciudad de los Portales, constituyó la creación por la Corona española del Término Municipal de Ciego de Ávila, el 25 de marzo de 1877, porque como afirmó el Apóstol de Cuba, “del municipio no se ha decir mal, porque el municipio es la sal y la raíz de la libertad por donde se definen de sí propio los pueblos”.

Como ha sido tradición, víspera del acontecimiento histórico tuvo lugar la velada artística cultural en el Museo Provincial Coronel Simón Reyes Hernández, donde se realizó la entrega de la Distinción Ornofay, máxima condecoración que otorga el Centro de Patrimonio Cultural a personalidades e instituciones que se hayan destacado en la conservación y salvaguarda del Patrimonio historio cultural.

Mucho se podría narrar en torno a episodios y acontecimientos que tuvieron como escenario a la tierra de los hermanos Gómez Cardoso, sólo señalar que la cultura y la historia avileñas no constituyen ficción y mucho menos ilustración prestada, es la obra de todo un pueblo que luchó durante siglos por su independencia y soberanía nacional.