Que la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) logre ser más consecuente con las necesidades y aspiraciones de su membresía, y que haga suya la crítica y la autocrítica como ejercicio de una transformación que debe nacer desde la brigada, son de los propósitos que ocupan a los estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas de Ciego de Ávila que, inmersos en el X Congreso de la centenaria, pero siempre joven organización, buscan revolucionarla.

No por gusto la cita que, este sábado, reunió a jóvenes de las facultades de Ciencias Médicas Dr. José Assef Yara, de la capital provincial, y Arley Hernández Moreira, de la Ciudad del Gallo, puso bajo la lupa el funcionamiento de la organización, en la que, a criterio de Dairon César Fundora Pérez, estudiante de segundo año de la carrera de Medicina, todavía hay que fortalecer más a la brigada como célula fundamental, para lo que resulta crucial la preparación e idoneidad de los dirigentes estudiantiles y la permanencia de espacios de debate donde prime el espíritu transformador y propositivo.

Al respecto, Liván Izquierdo Alonso, miembro del Comité Central del Partido y su primer secretario en la provincia, quien participó del intercambio, junto al gobernador Tomas Alexis Martín Venegas, consideró que es importante que se reconozca que las mayores debilidades están en la brigada, porque es ahí desde donde se pueden alcanzar todos los objetivos que el estudiantado universitario se proponga, entre ellos contribuir al desarrollo económico y social del país, lo que no puede ser tarea de unos pocos, sino de todos, y el análisis ha de ser permanente pues “el congreso no termina aquí, ni va a terminar en la cita nacional. Tenemos que estar permanentemente en congreso”.

La docencia y la investigación ocuparon buena parte del debate, en el que los futuros galenos dejaron ver su preocupación con que se retome el internado rotatorio al arribar al año terminal de la carrera, ideal para afianzar conocimientos en especialidades básicas que tributan a la formación de calidad de un médico general integral, aunque no se puede obviar la necesidad que tiene el país de formar especialistas ante el éxodo que golpea al sector.

A esa formación de calidad tributa también el acceso a bibliografía actualizada, por lo que Hanoy Castro Reyes, vicepresidente de la FEU en la Universidad de Ciencias Médicas, se refirió a la posibilidad de valorar la reimpresión y actualización de algunos libros, entre ellos los de Medicina Interna, puesto que la literatura docente impresa presenta un déficit grande, sobre todo en las tecnologías de la Salud, y la totalidad de los estudiantes no cuenta con los medios necesarios para el trabajo con la bibliografía digital.

Pero casi tan importante como la teoría es la práctica, por lo que Yisel Cabrera, aprovechó el espacio para trasmitir la inquietud de quienes cursan el cuarto año de la especialidad de Medicina y no cuentan con estetoscopios ni esfigmomanómetros que le faciliten monitorear a los pacientes durante la rotación que hacen por los diferentes servicios en las unidades asistenciales, donde no siempre se les facilitan estos implementos.

Al respecto, la doctora Fidela Reyes Obediente, directora nacional de Pregrado del Ministerio de Salud Pública, explicó que ya se encuentra asignado un presupuesto para la adquisición de esfigmomanómetros, de manera que pueda completarse su entrega a los estudiantes que debían recibirlo en el tercer año de su formación académica y no lo hicieron; no obstante, debe velarse porque se les facilite su uso en los centros hospitalarios.

Para una universidad que cada curso ve crecer su matrícula y las especialidades que allí se imparten, la facultad de la ciudad cabecera se va quedando pequeña, lo que ha traslado el peso de la docencia hacia diferentes unidades asistenciales del sistema de Salud, de ahí que, en opinión de Liliet Peñalver Morgado, secretaria de Docencia, la ampliación del escenario docente en la facultad permitiría un mayor vínculo de los estudiantes con la vida universitaria y muchas de las actividades y procesos de la organización que tienen vida al interior de las instituciones académicas.

Como un momento que también busca mirar con ojos de renovación los reglamentos y estatutos que rigen el trabajo de la FEU, vio Ariel Araujo, secretario de Investigación de la Universidad Médica, el debate, al proponer enriquecer la resolución que norma la entrega del Premio al Mérito Científico, además de mantener un seguimiento a los egresados que lo obtienen. Asimismo, resaltó que la esfera de investigación se ha enriquecido con la participación en eventos de esta índole, lo que es de suma importancia para el desarrollo de la profesión, por lo que se debe continuar estimulando.

Justo en el año que la FEU va camino a su centenario, tiene lugar el proceso de su X Congreso, una feliz coincidencia que Karla Santana Rodríguez, su presidenta nacional, considera debe aprovecharse para cuestionar cómo continuar impulsándola y sorteando sus desafíos para que se parezca más a lo que quieren y merecen sus miembros, pues habrá que repensarla desde su credibilidad frente a los intereses del estudiantado y la formación de este. “No podemos ver a la Federación aislada de ese proyecto de sociedad que aspiramos a compartir, tenemos que preguntarnos, ¿qué tipo de estudiantes debe y quiere formar la FEU?”.

Como colofón del encuentro y en un momento de total emotividad, se entregó la condición Centenario de la FEU a un grupo de personalidades e instituciones del territorio que con su quehacer tributan al funcionamiento de la organización y a la formación de los futuros profesionales de las Ciencias Médicas en la provincia. De igual manera, fueron reconocidos los cinco delegados directos, elegidos a lo largo del proceso en las brigadas, residencias estudiantiles y facultades, y que representarán al estudiantado de la Universidad de Ciencias Médicas avileña en la cita nacional, que se desarrollará en diciembre próximo.

Por Grether Martínez Segura para Invasor