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    ¡La alegría se llama Polichinela!

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    Por: Ailén Castilla Padrón para Invasor

    Hay coincidencias en el calendario que no nos dejan olvidar y azares felices que han hecho del destino de la sala Abdala un patrimonio para la cultura avileña, un recodo de alegría para los niños y un sitio mágico para el teatro de títeres, que no entiende de carencias o público menguado.

    Sala Abdala en reparación

    Por eso, cuando este 25 de julio reabra sus puertas, luego de un proceso de reparación intenso, será inevitable recordar que hace 35 años, en igual fecha, Fidel Castro cortó la cinta que antecedió a su inauguración y que, también, se conmemora un año de la partida física de Yosvany Abril, ese artista incansable, que puso corazón y talento para que la compañía Polichinela y su obra cautivaran y volaran alto en el panorama cultural nacional.

    Ya lo decía, será inevitable que ese revoltijo de recuerdos haga nido y emocione; sin embargo, al final, nos quedamos con el homenaje, el agradecimiento y la certeza de que se ha invertido para bien.

    Lo sabe Rafael González Álvarez, actor y director de Polichinela, y sus muchachos, quienes durante meses trabajaron en condiciones impensadas, encima de un tabloncillo agujereado, con filtraciones en cualquier esquina y sin agua corriendo en las tuberías, con tal de que la fiesta de los títeres no parara.

    Las acciones de reparación y mantenimiento de los últimos meses incluyeron el resane de las paredes, el arreglo de las redes hidrosanitarias, la pintura, la impermeabilización de la cubierta, la iluminación y el cambio de la madera del tabloncillo.

    “Estamos felices y agradecidos, sobre todo, del empuje y sensibilidad de Juan Germán Jones, presidente del Consejo Provincial de las Artes Escénicas, y de las autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia, que exprimieron el presupuesto para completar la obra. Como homenaje a Yosvany Abril preparamos una luneta especial que siempre estará iluminada con su nombre, será otra forma de tenerlo siempre entre nosotros”.

    Sería esta la primera etapa de un proceso constructivo minucioso en el cual se han gastado alrededor de cuatro millones de pesos. La sala Abdala reabre funcional y a tiempo para sumarse a las opciones de disfrute en este verano; pero, según el propio Rafael, será en los primeros días de agosto cuando las lunetas nuevas se completarán.

    Para la arrancada prevén en la cartelera Caldosa de payasos, un estreno que transita por números exitosos de la compañía, los cuales renovaron con propuestas interesantes y actualizadas en el espectro del clown.

    “Los papotes, los payasos, son de los personajes que más alegría nos han traído”, cerraría con “broche de oro” Rafael y solo podemos corresponderle con la certeza de que, en el teatro hecho para niños en Ciego de Ávila, la alegría es Polichinela.

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