Por: Ailén Castilla Padrón

En concordancia con la situación epidemiológica, donde la tendencia es a convivir sin sobresaltos con la COVID-19, gracias a la inmunización de la población con vacunas cubanas, el Hospital Provincial General Docente Doctor Antonio Luaces Iraola implementa nuevas medidas organizativas.

Los cambios fueron dados a conocer por Alberto Moronta Enrique, director de esta institución, en un momento complejo debido a las reparaciones que se acometen en alrededor de 40 objetos de obra, por lo que los cambios son importantes por partida doble, para eliminar restricciones, y para garantizar los flujos y la vitalidad del centro.aco

“En lo adelante se permitirá un acompañante por paciente y el cambio se realizará cada día por la entrada principal, entre las 12:00 meridiano y las 2:00 pasado meridiano, utilizando un pase autorizado por el jefe de sala de Enfermería. Los acompañantes en las salas de Ginecología y Obstetricia deben ser mujeres”.

Vuelven las visitas a los servicios cerrados de Cardiología, Terapia Intensiva Pediátrica, Neonatología, y a la Unidad de Cuidados Intensivos, guiadas por un gestor de información y permitiendo solo dos familiares por cada paciente. De igual modo, queda prohibido acceder a otras salas, sobre todo, para la atención a pacientes ambulatorios.

Se mantendrá el servicio de mensajería para la entrada de ropa y alimentos, desde las 7:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche, los partes serán dados por vía telefónica, y los familiares de las mujeres que se encuentren de parto en la Unidad Obstétrica deben esperar en el salón, ubicado en el área de Información.

Asimismo, se mantiene el uso obligatorio del nasobuco, la desinfección frecuente de las manos y las superficies, la pesquisa diaria entre trabajadores y estudiantes, el uso de los medios de protección, según los riesgos de cada área y no se fuma ni se ingieren bebidas alcohólicas dentro de la institución.

Moronta Enrique enfatizó en el obligado cumplimiento de cada una de estas medidas e instó a colaborar con disciplina, limpieza y organización las labores constructivas “apadrinadas” por empresas e instituciones de la provincia, las cuales prometen devolver una institución con mayor confort y prestaciones. “Este hospital es de todos, poco logramos si se repara y, a los pocos días, hurtan una luminaria u obstruyen tragantes por lanzar restos de comida. El pueblo tiene que aportar a su conservación”, añadió.

Fuente: Invasor.