Cuando en enero de 2020 Invasor publicaba que la informatización en el Registro de Consumidores (más conocido como Oficodas) de Ciego de Ávila iba a paso lento, cualquiera podría pensar que, dos años después, tendríamos mejores noticias para dar; sin embargo, los tropiezos siguen marcando el ritmo de un proceso en el que la digitalización parecer ser una cuesta difícil de subir.

Desde el O.R.E.G.I. 2.0, sistema informático que desarrolló la División Territorial de la Empresa de Tecnologías de la Información para la Defensa (Xetid) en la provincia y con el que actualmente se trabaja en las oficodas de todo el país, su especialista Niurka Socarrás Hernández ilustra en números un panorama en el que, de los 168 828 núcleos declarados hasta el pasado día 23, apenas se habían digitalizado cerca del 27 por ciento (46 228 núcleos), y donde los municipios de Venezuela (72,32 por ciento), Florencia (56,04 por ciento) y Majagua (51,24 por ciento) llevan la delantera.

Si el avance no ha sido mayor en este tiempo, justifica Rosa Cañizares Oquendo, subdirectora de la Dirección Estatal de Comercio en Ciego de Ávila, se debe, en parte, a un escenario tecnológico para el que no se le ocurre otro adjetivo que complejo y en el que de las 26 oficodas existentes en el territorio, solo las de Venezuela, Majagua y Ciro Redondo pueden darse el lujo de contar con una computadora.

No obstante, las alternativas se han buscado, explica la subdirectora, y el grueso de la digitalización se lleva adelante hoy gracias a los contratos con los Joven Club de Computación y Eléctrónica (JCCE), que ofrecen servicios de alquiler de equipos informáticos y asesoría, además del apoyo que ha brindado el Gobierno en algunos municipios.

Tampoco es que estas iniciativas resuelvan el problema del todo, pues agrega Cañizares Oquendo que, en territorios como Morón, Majagua, Baraguá y la capital provincial, existen estructuras del Registro de Consumidores en poblados aledaños y la mayoría de los JCCE están en las cabeceras municipales, lo que obliga a los trabajadores de estas entidades a trasladarse dos veces por semana hasta allí para poder digitalizar los libros de consumidores.

Por si fuera poco, la inestable situación energética de los últimos días agrega más problemas a la ecuación, si se tiene en cuenta que el O.R.E.G.I precisa de conexión para poder trabajar en él y, al estar los servidores ubicados en la dirección provincial de los JCCE, cuando el circuito donde esta se encuentra ubicada sufre afectaciones, estos se apagan para toda la provincia.

De ahí que Rosa se muestre tan poco optimista cuando ve lejano el compromiso que se habían propuesto de llegar al 50 por ciento en la digitalización para el venidero 26 de julio. Un simple cálculo los aleja más aún, cuando, según precisa la subdirectora, en marzo estaban al seis por ciento, por lo que tuvieron que pasar tres meses para que ese porcentaje se viera cuadruplicado.

Entre los atributos de O.R.E.G.I. todavía poco aprovechados y que podrían ayudar a darle un mayor empujón a la digitalización, precisa la especialista de Xetid, está la oportunidad que brinda la plataforma de trabajar en ella desde dispositivos móviles como celulares o tabletas, lo que resulta otra opción frente a la escasa disponibilidad de medios informáticos, una situación de la que no escapan otras oficodas del país, a las que esta característica del sistema les ha permitido avanzar más.

Desde que fuera desarrollada a raíz de la Resolución 96 de 2021 del Ministerio del Comercio Interior, que autorizó la creación de núcleos excepcionales a partir del número de personas que se encontraban en diferentes provincias sin libreta de abastecimiento, en parte por la situación provocada por la COVID-19, detalla Socarrás Hernández que la herramienta web ha ido sumando funcionalidades hasta concentrar toda la gestión que se hace en las oficodas y ofrece un conjunto de análisis estadísticos como reportes por núcleos, por consumidores, por composición, información que hoy se recoge de forma manual.

Al estar integrado con la Ficha Única del Ciudadano, “todos los datos que están en el sistema pertenecen a personas reales. Además, alerta en caso de fallecimiento, salida del país o vencimiento de dietas médicas, lo que ha permitido eliminar el doble consumo (personas registradas en más de una oficoda), fenómeno que golpeaba fuertemente al Registro de Consumidores en todo el país”.

De igual manera, muestra en tiempo real el estado de la digitalización y posee un módulo de auditoría que posibilita ver quién está trabajando en el sistema y cuáles son las acciones que ha realizado ese usuario. Entre las proyecciones, Niurka destaca la futura incorporación de funcionalidades relacionadas con el combustible y la canastilla.

Más de un avileño podrá contar su propia historia de los trámites en el Registro de Consumidores, que no escapa a los altibajos en su gestión, un escenario al que la informatización bien podría cambiarle el rostro. Esperemos sean otras las noticias por venir.

Fuente: Invasor