Por: José Alemán Mesa

Va siendo otro año difícil. Al cierre de abril último, las pérdidas en Ciego de Ávila ascendían a más de 310 millones de pesos, entre 17 empresas, en un escenario económico dominado por inflaciones y grandes urgencias. Son esas entidades que, en vez de aportar resultados, demandan financiamientos. Y les urge crear riquezas.

Hablamos de bienes y servicios que se esperaban y que no están. Fíjese que, con adversos números en el primer trimestre, aparecen la Agropecuaria La Cuba, Agroindustrial Ceballos, Agroindustrial Azucarera Ciro Redondo, la Cárnica y la de la Construcción. Mientras, con intermitencias en esos meses, la Agropecuaria Ruta Invasora, Comercio y Gastronomía de Chambas y la Biopower S.A.

Es verdad que faltan recursos materiales y financieros para dar continuidad a los procesos productivos y a la prestación de servicios, y hay limitaciones en la formación de precios y tarifas. Pero ¿dónde dejamos las ineficiencias, la poca iniciativa de las direcciones y sus colectivos laborales, y el exceso de gastos generales de administración por falta de objetividad en la planificación?

Innegables, al mismo tiempo, las limitaciones en el servicio de transportación por falta de combustible, inexistencia de mecanismos para la adquisición de divisas en empresas que no tienen ingresos en esa moneda, paralizaciones por roturas, obsolescencia del equipamiento y parque de transporte deprimido, gastos fijos que encarecen los costos y sobregiro en los gastos financieros.

Hoy, es real que poco se les pone en las manos y nada les cae del cielo. De ahí la tan necesaria gestión de recursos que pueden estar tan lejos como cerca, al consultar con los trabajadores, al estimular a los innovadores, al encadenarse con otros actores y sectores, al ser resistentes y creativos, con mentalidad diversificadora, con luz larga, con…, con…, con… No es hacer magia, sino hacer.

En tal sentido, en la última década, se han aprobado medidas para empujar, con ganas, el sistema empresarial cubano. A las empresas estatales socialistas, actores fundamentales de la economía nacional, se les han conferido mayores facultades, y a los empresarios se les ha autorizado mayores potestades en su trabajo de dirección.

No obstante, como dice Iliana Venegas, directora provincial de Economía y Planificación, todavía no es suficiente la comprensión que sobre ellas se tiene, hay que revisar su socialización y discusión, para que no quede alguien fuera, e identificar bien cuáles adoptar. Existe, igualmente, resistencia para transformar las estructuras empresariales.

También, ahí está la Resolución 28/2021, del Ministerio de Economía y Planificación, que otorga autoridad a las empresas para abrir actividades secundarias lícitas de producción, comercialización y prestación de servicios, que vienen a flexibilizar sus objetos sociales y sacarlas de apuros.

El miembro del Comité Central del Partido y su primer secretario en la provincia, Liván Izquierdo Alonso, convocó a mantener un seguimiento estricto a las 43 medidas para fortalecer la empresa estatal socialista, porque todo este negativo paisaje impacta en la vida de los avileños.

Con esas medidas, tres empresas locales logran hoy utilidades y sí planificaron pérdidas para el año en curso, al incurrir en gastos superiores a los ingresos: la Porcina, Acueducto y Alcantarillado, y la Industria Alimentaria. En tanto, Suministros y Transporte Agropecuarios, y las agroindustriales azucareras Primero de Enero y Enrique Varona continúan con números rojos.

Aunque algunos expertos hablen de “quiebra inconfesa” y de “la persistencia de empresas aferradas al socorro del Presupuesto del Estado”, son empresas con pérdidas, (aún) no perdidas. Antes, y sus directivos lo saben, tienen que elevar el control interno y recuperar su salud financiera, a pensamiento y gestión.

Fuente: Invasor