Por Ailén Castilla Padrón
Luego de tres meses en los que la rutina del Hospital Provincial Antonio Luaces Iraola ha sido trastrocada por el polvo, el cemento y un ajetreo inusual, podemos alegrarnos por los primeros nueve objetos de obra reinaugurados, como parte de una estrategia que ha involucrado a las empresas y organismos del territorio para tener, a la larga, un mejor hospital.
Esta sería la versión corta, la larga es contar el esfuerzo por rehabilitar una red hidrosanitaria, colocar un falso techo o definir prioridades sin afectar la asistencia médica en un momento económico complejo y, a la vez, chequear y trabajar en otras 40 acciones constructivas pendientes, que incluyen tareas complejas como ejecutar una inversión de 12 millones de pesos en la Unidad Obstétrica y reparar salas prioritarias como la D, Urología y Ginecología.
No obstante, Yuslaivys Borges, miembro del Buró Provincial del Partido, repite una frase que ya ha calado: “Hay que poner recursos y dinero, sacarlo de donde sea posible, no podemos cansarnos. Necesitamos voluntad y empeño para avanzar y lograr un proceso constructivo exitoso, que nos permita en al menos tres años no tener preocupaciones con el hospital”.
En esta línea de análisis, las fechas tentativas de terminación de las acciones rondan alrededor del 23 de agosto y el 28 de septiembre, en saludo a las fechas históricas que se conmemoran esos días, y el compromiso de las entidades involucradas se hizo patente durante una reunión de trabajo, donde quedó claro que el imperativo es construir más y mejor.
Lo cierto es que en varias salas solo se ultiman detalles y el corte de la cinta en tiempo no preocupa; pero en otros casos se complejiza la terminación. Hablamos, por ejemplo, de encontrar la acometida de agua en la sala de Gastroenterología, trasladar desde Punta Alegre materiales para cambiar más de 200 metros de falso techo, destupir redes sanitarias en niveles inferiores, y sustituir elementos de plomería y mobiliario.
Además, las explicaciones de Alberto Moronta Enrique, director del centro asistencial, aluden a otros problemas de envergadura relacionados con la climatización en 17 puntos neurálgicos de la institución por falta de gas refrigerante, las roturas de los ascensores y la lavandería.
Terminada esta etapa vendría la intervención en otros espacios que, de igual modo, demandan reparación, entre ellos, las salas de Nefrología, Micelánea A, Recuperación Nutricional y Gestante B. Con la experiencia acumulada hasta aquí el camino debiera ser más fácil en lo adelante.